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La ley española cuando alguien muere
El registro de los testamentos es obligatorio cuando se presentan ante un notario de derecho civil o ante un agente diplomático. Sin embargo, no es obligatorio inscribir los testamentos ológrafos en el registro. Sin embargo, un testamento que no se encuentra se considera un testamento inexistente, por lo que se recomienda inscribir los testamentos en el registro. De este modo, el testador puede estar seguro de que sus últimas voluntades serán encontradas y, por tanto, respetadas tras su fallecimiento.
El notario de derecho civil realiza el registro de los testamentos (o los agentes diplomáticos para los españoles situados en el extranjero). Aunque es posible redactar un testamento por uno mismo, la asistencia de un notario es especialmente valiosa, ya que es un especialista en la materia. Su asesoramiento permitirá así redactar un testamento que respete la ley y que, por tanto, no corra el riesgo de ser declarado nulo.No es el contenido del testamento lo que se inscribe en el registro, sino la información que permite encontrarlo.
A la muerte del testador, su familia puede consultar el registro de testamentos y el registro de sucesiones por sí misma o a través de un profesional del derecho (notario, juez, abogado). Esta consulta es obligatoria, ya que garantiza el respeto de la última voluntad del testador.
Impuesto de sucesiones en España
Cualquier persona que tenga bienes en España, en forma de propiedades, cuentas bancarias o cualquier activo, debe hacer un testamento en el que se detalle exactamente lo que desea que ocurra en caso de fallecimiento. ¿Sabe cómo hacer un testamento en España?
El original del testamento se guarda en la Notaría, se envía una notificación al Registro de Madrid y se entrega una copia oficial al individuo, que es quien realmente debe comunicar a sus herederos que ha hecho testamento.
En virtud del artículo 9 del Código Civil español, un extranjero tiene derecho a dejar sus bienes de acuerdo con la ley nacional de su país de origen, por lo que cuando un extranjero fallece con bienes en España, su nacionalidad suele dictar la ley que se aplica a la distribución de sus bienes.
Esto cambiará en agosto de 2015 cuando entre en vigor la nueva ley testamentaria europea, sin embargo, el Reino Unido, Irlanda y Dinamarca no aceptaron esta ley, por lo que todavía siguen su ley nacional y sus nacionales pueden redactar sus testamentos como deseen.
Quién hereda bienes en España
El Registro Central de Actos de Última Voluntad es un registro público, dependiente del Ministerio de Justicia, que tiene por objeto facilitar la información necesaria para que cualquier persona interesada pueda conocer si una persona fallecida ha otorgado testamento o testamentos y, en su caso, el notario o notarios ante los que se ha otorgado.
El Registro de Pólizas de Seguros de Vida es un registro público, dependiente del Ministerio de Justicia, cuya finalidad es proporcionar la información necesaria para que cualquier persona interesada pueda saber si una persona fallecida contrató un seguro de vida y, en su caso, la compañía de seguros con la que lo hizo. Esto permite a los posibles beneficiarios ponerse en contacto con esa compañía para determinar si son beneficiarios y, en su caso, reclamar a la compañía de seguros las prestaciones de la póliza.
Un certificado de póliza de seguro de vida da fe de la existencia de pólizas válidas en las que la persona fallecida estaba asegurada y proporciona el nombre de la aseguradora. En caso de que la persona fallecida no figure en ninguna póliza de seguro, este hecho se indicará expresamente en el certificado emitido.
Heredar una casa en España
El derecho civil está estrechamente relacionado con nuestra actividad diaria, ya que toca campos tan comunes como los accidentes de tráfico, las herencias y los testamentos o las transacciones inmobiliarias, de ahí que todo ciudadano pueda verse envuelto en algún momento, a lo largo de su vida, en una situación que requiera los servicios de un abogado civilista capaz de arrojar luz sobre un desacuerdo, cuando no de reclamar en nuestro nombre una merecida indemnización o el reconocimiento de un derecho que nos ha sido, a priori, negado.
Este primer encuentro es muy importante por tres razones. Primero, porque conoceremos tu caso y podremos determinar si podemos ayudarte. Si no podemos, te lo diremos claramente. Segundo, porque nos conocerás personalmente, te explicaremos cómo trabajamos y podrás decidir si quieres que seamos tus abogados. Y tercero, esta primera reunión servirá para perfilar la estrategia a seguir, darte un asesoramiento previo y valorar el coste que nuestro trabajo supondrá para ti.
Un convenio regulador, como su nombre indica, es un “contrato” o “pacto” entre los cónyuges o miembros de la pareja que regula los efectos de su ruptura, su relación con los hijos comunes, el régimen de guarda y custodia, la división o adjudicación de sus bienes y todo lo que se deriva de la crisis matrimonial o de pareja.